José Maria de Mendonça Júnior, Coronel de Cavalaria do Exército Português.

Vivência Militar: Portugal, Angola, França, Alemanha, Macau e Timor.

Condecorações: Serviços Distintos e Relevantes Com Palma, De Mérito, Avis, Cruz Vermelha, De Campanhas.

Vivência turística: Madeira, Açores, Espanha, Baleares, Canárias, França, Alemanha, Inglaterra, Italía, Suiça, Malta, Brasil, Paraguai, Marrocos, Moçambique, África do Sul, Zimbabwe, Indonésia, Singapura, Austráia, Filipinas, China.

Idiomas: português (de preferência), Espanhol, Francês, Inglês.

A melhoria da vivência dos portugueses e dos espanhois, excepcional presensa na União Europeia e no Mundo, residirá¡ numa UNIÃO IBérica constituída por Estados Federados das suas regiões do continente e das ilhas.
 
Esta tese é enviada por http://uniaoiberica.blogspot.com/ podendo ser correspondida pelo e-mail uniaoiberica.federacao@gmail.com ou pelo correio postal: União Ibérica, Av. Bombeiros Voluntários, 66, 5º Frente, 1495-023 Algés, Portugal; Tel: 00 351 21 410 69 41; Fax: 00 351 21 412 03 96.

Pesquisá pelo google.pt ou pelo sapo.pt

segunda-feira, novembro 27, 2006

FEDERAÇÃO IBÉRICA (XIII)

(*) Vicente Verdú
LA PORTUESPAÑA: La idea de mayor atractivo para la vida española de los últimos tiempos no ha llegado del corazón español, sino de la población portuguesa que en casi una tercera parte, según el semanario Sol, dijeron sí a formar una sola nación con España.

Sin duda alguna,
si la consulta se dirigiera a los españoles la anuencia sería masivamente superior y al menos tan entusiasta. ¡Por fin un proyecto colectivo con el que ilusionarse tras muchos años de regreso al particularismo (regional, político, profesional) de su España invertebrada y cuyo retrato vivimos en una segunda y actualizada edición!

Decía Ortega: “No viven juntas las gentes sin más ni más y porque sí; esa cohesión a priori sólo existe en la familia. Los grupos que se integran en un Estado viven juntos por algo; son una comunidad de propósitos, de anhelos, de grandes utilidades. No conviven por estar juntos, sino para hacer juntos algo". Y agrega: No es el ayer, el pretérito, el haber tradicional, lo decisivo para que una nación exista... Las naciones se forman y viven de tener un programa para el mañana”.

¿Programa para el mañana?

No se otea otro programa mayor en el horizonte que la progresiva desagregación de las autonomías.

Cumplido el ideal democrático, integrados en la Unión Europea, alcanzado el "matrimonio" homosexual, prohibido fumar, ¿qué otro sueño queda por realizar?

Precisamente, la actual situación española, reblandecida la patria, desabrochadas las regiones y abiertos a la plurinacionalidad, la ocasión no puede ser más óptima para apegarse a un vecino.

No haría falta siquiera cambiar de Gobierno.

Este presidente que a tontas y a locas ha hecho tanto por descomponer la idea de España como nación sería el más idóneo para dirigir la alianza.

No en vano ha desplegado la fantástica Alianza de Civilizaciones ("orla de mandarín", diría Ortega) sino que, como todo el mundo sabe, en lo se refiere a ligues siempre triunfan más los cascos ligeros que el pensamiento profundo.

¿Qué impide entonces la fusión?

Portugal se convirtió en un reino autónomo en 1143, tres siglos antes que España, pero los continuos conflictos con Castilla, la rivalidad entre los dos Imperios, las guerras recurrentes y la decadencia de los 60 años vividos bajo los gobiernos de Felipe II, Felipe III y Felipe IV, alimentaron el sentimiento antiespañol.

En el siglo XIX dos principales factores desbarataron las reiteradas propuestas para formar la llamada Unión Ibérica.

Uno fue el soterrado boicot de Inglaterra y Francia, interesadas en el fracaso de un proyecto que incrementaba la fuerza de un rival, y el otro fue precisamente la resistencia popular portuguesa.

Pero esto ya no continúa así puesto que nuestro tiempo tiende a ser desprejuiciado y amnésico, consumista de la memoria histórica y proclive a la experimentación.

El movimiento nacionalista tendente a unir entidades y no a disgregar las constituidas, cuajó en los ejemplos de unidad en Alemania e Italia y su réplica podría haber sido la Unión Ibérica.

Que no fuera así debe atribuirse a la caída de la monarquía portuguesa (1910) y el auge del republicanismo que fomentó una etapa de fuerte nacionalización al punto que de esa época son la bandera y el escudo, el himno y la normalización ortográfica portuguesa.

Pero además, según dice Mater Dolorosa -la excelente obra de Álvarez Junco-, el nacionalismo portugués encontró gran refuerzo en la hispanofobia, puesto que la fobia bien cocinada viene a ser, como el botillo: alimento nacionalista de aportación calórica primordial.

Nutrida la nación portuguesa con estos víveres atosigantes la digestión lentísima fue conservando la aprehensión hacia lo español y, en la segunda década del siglo pasado, los únicos que fundaban organizaciones "ibéricas" eran los anarquistas. Unos chalados.

¿Unos soñadores?

Una historia larguísima sostiene el sueño de la unidad ibérica, primero como una sola corona basada en las ambiciones territoriales de los reyes a uno y otro lado de la frontera y luego como nación.

Si la imantación ha permanecido hasta hoy como un romance por consumar la razón debe buscarse no sólo en una abrupta atracción incestuosa sino al deleite de la fácil comunicación.

Durante la Edad Media las elites se manejaban fluidamente en los principales idiomas peninsulares y, como cuenta Álvarez Junco, si “los poetas castellanos se expresaban en galaico-portugués en los siglos XIV y XV, como en los XVI y XVII los portugueses Camóens o Gil Vicente, o el catalán Boscán, escribían en castellano”.

¿Un cuerpo con los portugueses?

No se conoce un proyecto más excitante para el atufante presente político español que la airosa copulación con los portugueses.

Frente a la tabarra de las secesiones, los tiros de las autodeterminaciones, los grilletes de las etnovisiones, un enlace desahogado y liberal donde la mezcla promovería un proceso metabólico tan imprevisible como animado, muy acorde con la cultura general del entretenimiento y contra el refrito del particularismo regional o "nacional".

No ay más que ver en la pantalla de la CNN los lastimosos spots sobre los atractivos de Eslovenia o Montenegro flotando en el marco global para constatar, al cabo de la vicisitud, el grotesco efecto de su pretendida singularidad.

Contra el freudiano narcisismo de la pequeña diferencia el ancho placer de la fusión.

Contra el excluyente hecho diferencial el gozo interactivo de las mixturas.

Junto al narcotizante diseño de la Alianza de Civilizaciones, o cuento de Las mil y una noches, se alza un estimulante proyecto a pleno día y con un cuerpo espontáneo de carne y hueso.

(*) Residente em Espanha e comentador do EL País que publicou esta sua opinião em de 29/09/06.
NOTA: Os negritos e itálicos são da nossa responsabilidade.

terça-feira, novembro 07, 2006

FEDERAÇÃO IBÉRICA (XII)

(*) Alejandro Liste
Dúas cousas a comentar:
1.- O Plan Ibarretxe propón que o País Vasco sexa un estado asociado a España, o que non impide que calquera día fagan un referendum para a súa total independencia e que sexa un éxito, o que sería unha inxustiza para a maioría dos españois (galegos, casteláns, asturianos, aragoneses, extremeños, andaluces...) que viron como o Estado invertiu secularmente nunhas rexións (Cataluña, Vascongadas e Madrid) e noutras non quedou outra que seguir co arado e saca-las ovellas a pasear.

O nacionalismo moderado, din de dereitas, non é máis que a ferramenta que a burguesia (formada nas rexións industrializadas) ten para defende-la súa posición de poder, e como se viu e moi eficaz.
Só hai que ver qué xente nutre as filas dos partidos PNV e CiU.

Por outra banda temos os nacionalismos radicais, que se din de esquerdas, a ERC e Batasuna, que utilizan métodos máis radicais e antidemocráticos (de corte fascista ou bolchevique, da igual, son a mesma merda) para sobrevivir e mante-los seus "cortellos", sen olvidarse do terrorismo (ETA e Terra Lliure).

Non creo que sexa moi axeitado dicir que o plan Ibarretxe sexa unha proposición de estado federado, vindo dun partido que quere o que quere, manterse "chupando do bote" que é España e dispoñer de todolos poderes á vez.

Ademáis, unha federación tense que facer consensuadamente e multilateralmente (coa opinión de todolos territorios a federar), nunca bilateralmente e moito menos unilateralmente, como propón o lehendakari vasco, nese caso estaríamos unha confederación de nacións ibéricas (na cal calquera pode desvencellarse cando queira) e non nunha federación de estados das rexións e arquipélagos de Portugal e España, mailos territorios de Andorra e Gibraltar, onde a unión faise de forma consensuada todos xuntos e os estados ceden parte do poder e das decisións, así como a soberanía, ó organo supremo nacional da unión iberica.
Por suposto que isto ten que ser refrendado polo pobo, co cal, se sae adiante ninguén debería pórlle trabas.
2.- Unha das manías máis extendidas dos nacionalismos rexionais españois (non sei se tamen de todolos lares) é chamar español a todo o que fala castelán soamente, pior ou millor, con acento do sur ou do norte, da igual, excluíndo ás rexións que teñen outro idioma oficial coma Galicia, Cataluña e País Vasco.

Curiosamente, non meten no saco a Navarra, Valencia e Baleares, xa que son parte dos proxectos nacionalistas catalán e vasco (véxase os Països Catalans e Euskal-Herria).

Tampouco recoñecen outras linguas nen dialéctos que non son oficiais, pero reais coma vida mesma (bable asturiano, leonés, charro, fala extremeña, os sete u oito dialectos do vasco que hai en Vascongadas e Navarra sen contar os que se falan na Rioja, Aragón e Burgos (soamente pequenas aldeas), o aragonés, o aranés (no Val d'Arán, dentro de Cataluña) dialecto occitano sen relación co catalán, os dialectos baleares (mallorquín, menorquín, ibicenco), o valencià (que si é recoñecido aínda que con ambigüedade con respecto ó catalán), etc.

Desta maneira eles din que hai tres nacións oprimidas (Galicia, Cataluña e País Vasco) maila nación española opresora (o resto de territorios) que non lles deixa decidir, todos eles ben definidos e non superpostos uns cos outros.

Isto como ben se sabe é unha mentira e unha manipulación en toda regra, España non é o que só fala castelán, senón que é o territorio onde se falan as catros linguas españolas recoñecidas e mailas non recoñecidas oficialmente.

España non é máis ca o producto do vello proxecto de intentar reunir os territorios da antiga Hispania/Iberia, pero como ben se ve, non obtivo o pleno, quedou Portugal, Andorra, a Baixa Navarra, a Alta Cerdaña, o Rosellón e a maioría da Mauritania Tingitana (salvo Ceuta e Melilla) fóra.

Agora, que o proxecto de España "gripouse" e deu todo de si, temo-la posibilidade de tentar facelo co proxecto da Unión Ibérica (Iberia e Hispania son o mesmo, un era o topónimo grego e o outro o romano para a península Ibérica), tendo en conta que certos territorios "deshispanizáronse" como os franceses e marroquinos antes ditos, pero que outros territorios como os arquipélagos macaronésicos de Azores, Madeira e Canarias hispanizáronse totalmente tanto culturalmente como étnicamente, e polo tanto temos catro territorios (España, Portugal, Andorra e a colonia británica de Gibraltar) de cultura hispana/íbera que son totalmente compatibles entre eles, iso sí cas lóxicas diferenzas entre eles e as respectivas internas, como non.
(*) Alejandro Liste é um dos nossos colaboradores residentes e Espanha.
NOTA 1:Posted by Jano to União Ibérica at 08/23/2006:21/27 PM.
NOTA 2: Os negritos e itálicos são da nossa responsabilidade.

--